Soy lo que viví, lo que soñé y lo que elegí ser

¿Qué es la identidad para mí?

Algunas personas creen que la identidad es solo un apellido, una foto en un documento o la sangre que corre por nuestras venas. Pero para mí… ¿qué es realmente ser uno mismo? ¿Qué es construir quién soy, aunque la vida duela?

Para mí, la identidad es poder hablar con libertad. Es decir lo que pienso, reírme como quiero, hacer mis chistes sin miedo a que me juzguen. Es poder ser yo en cualquier lugar, con cualquier persona. La identidad son los valores que me guían: el respeto, la lealtad, la empatía, el amor propio y la libertad. Es ayudar aunque yo también necesite ayuda, es compartir lo poquito que tengo si otro no tiene nada.

Mi identidad también está hecha de mi historia: los golpes que la vida me dio, el miedo que vi en los ojos de mi mamá, las ausencias que no elegí, el hambre que pasamos… pero también la fuerza con la que siempre nos levantamos. Aprendí que la verdad va primero, que callar las injusticias hace daño, y que unidos se puede salir adelante.

Mi familia me enseñó que familia no es solo quien comparte tu sangre, sino quien se queda, quien te escucha sin juzgarte, quien te guía y te acompaña para que sigas tus sueños. Eso también me hace ser quien soy.

Sentirme libre es vivir en paz, resolver mis problemas sin meterme en la vida de nadie, ser lo que a mí me hace bien sin dañar a nadie. Y aunque a veces me sienta diferente, aunque haya lugares donde no puedo mostrarme completa… sigo eligiendo ser yo.

Sé que tengo sueños grandes: estudiar, tener mi casa, cuidar a las personas como enfermera neonatal, ver a mi familia feliz y unida. Y siento que brillo más cuando logro que otro se sienta mejor.

Quizás hay parte de mi historia que me lastima, como la ausencia de mi papá y su familia. No cambiaría el pasado, pero sí quiero sanar, entender, perdonar y seguir creciendo.

Porque todo lo que viví —lo lindo, lo feo, lo difícil— me hizo ser quien soy hoy: una chica fuerte, dulce, con un corazón enorme y con ganas de transformar el mundo, aunque sea un poquito.

En fin:

Mi identidad no es un nombre.

Mi identidad soy yo.