NIKI
Claudina
Chiquilín de barrio,
que te aventuraste a patear el mundo,
el barrilete de tu vida coleo
y bajó sin permiso,
tu descenso repentino y amargo
me sacó del letargo,
de ese esperar el mañana.
El mañana….
incertidumbre de un tiempo mezquino.
Hombre niño,
que escribes con la gracia de un artista,
y el resplandor de los grandes,
colándote en el corazón de quien te quiere,
de los que te conocen, o simplemente
de los que alguna vez, cruzaron contigo
el semáforo en verde.
Que Dios engrose el hilo de ese barrilete
Y no permita que se corte,
no ahora, cuando despertaste a una aurora diferente.
Cuando con palabras sinceras
golpeaste firme la indiferencia humana.
Cuando te detuviste y nos detuviste
a mirar el reloj, a valorar los segundos.
Porque aún estamos vivos,
y podemos sentir:
el placer de mirar las estrellas,
el perfume de las flores,
la caricia del viento….
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